miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Qué es lo mas real en mi vida?

Para decir qué es lo más real debo descartar primero lo falso. Empiezo por responder entonces a la pregunta ¿Qué es falso en mi vida?: Realmente no tengo respuestas definitivas, si no estoy segura de si algo es falso o verdadero (o real), por el momento no daré ninguna afirmación final. Sólo expresaré lo que PODRÍA ser falso sin que pueda asegurarlo totalmente.




Lo primero que se me ocurre son mis creencias y en ello incluyo la religión y seguidamente a Dios. Ya de antemano he anulado la veracidad que puede tener la religión católica en la que me eduqué y sólo me queda la idea de Dios. Crecí con ella y creo en esa idea. Mi Dios no es cristiano ni judío o hindú. Para mi es una Fuerza Sobrenatural, una Inteligencia Divina y Universal que está en todo. Creo en eso y sin embargo acepto que puede ser falso, talvez para los demás. Y si Dios es una idea en mi que puede ser falsa (aunque por ahora como es solo una posibilidad, no hace que yo deje de creer en ello) quizás otras de mis ideas también sean falsas, aunque esta probabilidad sólo la acepto para aquellas que formé por medio de reflexiones resultado de observaciones y algunas experiencias. Es más real para mi lo que he recibido por los sentidos y que no ha sido procesado constantemente por reflexiones pues ahí puedo empezar a equivocarme y a darle connotaciones falsas a lo vivido.
Por lo tanto me queda que lo real en mi vida es lo que tiene más de mí, excepto mi opinión o perspectiva. Me explico: Es real todo lo que pueda ser percibido por cada uno de mis sentidos o por lo menos con algunos y además que pueda ser utilizado o que me permita relacionarme con eso de acuerdo a lo que mis sentidos y mis conocimientos me dicen. Es real todo lo que también me provoque emociones y sentimientos y por cuarto y último, todo lo aquello que he percibido o sentido, que he usado o con lo que me he relacionado, varias veces o por mucho tiempo, de tal manera que me halla permitido conocerlo mas y estar más seguro de su realidad o falsedad. Entre más conozca y sepa sobre algo o alguien más real es.



Por ejemplo: He visto a mi hermana, y la he sentido con el tacto e incluso he percibido su olor, además siento que la quiero. Eso ocurre con toda mi familia o con mi novio. Para mi ellos son reales. Pero si pienso en si mi hermana es buena o mala y me muevo en reflexiones de lo vivido y lo que he visto, talvez la conclusión a la que llegue sea falsa. Otro ejemplo: Una cama: Creo que es real porque la toco, la veo, etc. Y además por lo que sé y lo que concluyo al ver la cama, esta es para acostarse o dormir. Para eso la uso y así funciona, por eso para mí es real. Si yo la viera y la oliera, pero al intentar recostarme en ella cayera al piso, entendería que es falsa.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

SOBRE “APARIENCIA Y REALIDAD"

SOBRE “APARIENCIA Y REALIDAD”
De Bertrand Russell en “Los problemas de la Filosofía”
Cómo empieza a desarrollar su argumento y llega a dos preguntas fundamentales.
El ensayo “Apariencia y Realidad” de Bertrand Russell se puede clasificar dentro del movimiento del Neopositivismo donde el conocimiento sobre la realidad se da tan sólo en el pensar cotidiano o específicamente  científico.
Russell utiliza los sentidos y la percepción que tenemos de las cosas materiales como herramientas para responder a su pregunta: ¿Hay en el mundo algún conocimiento tan cierto que ningún hombre razonable pueda dudar de él? Y como objeto de estudio usa una mesa y todas las sensaciones que nos transmite. Según Russell: “es natural empezar por nuestras experiencias  presentes” aunque tenga muchas posibilidades de error.
La primer cualidad específica de la mesa que es nombrada es su color: Ésta se observa de un solo color completamente pese a que tenga reflejos de luz que cambian de lugar según donde se sitúe el observador. Con el ejemplo de un pintor se entiende que esta apariencia es fundamental para él si fuera a ilustrarla, aunque la mesa “realmente” no tenga tales tonalidades y ésta es la distinción  de Russell para apariencia y realidad: “entre lo que las cosas parecen ser y lo que en realidad son”. El color depende de la luz del ambiente y del espectador, “no es algo inherente a la mesa” por lo que se asegura que no tiene ningún color particular.
Éste análisis  continúa con cada una de las cualidades del objeto pasando por el material del que está hecho y su forma, con lo que se deduce finalmente que las descripciones que obtenemos cambian según  la perspectiva, por lo que no es posible confiar ni asegurar nada que sea sugerido por los sentidos ya que estos  nos dan una idea de la “apariencia” de la mesa y lo que buscamos es la “realidad”.
La conclusión de Russell  es la siguiente:
“La mesa real, si es que existe, no es, en absoluto inmediatamente conocida, sino que debe ser inferida de lo que nos es inmediatamente conocido”. Con esto la cuestión termina con 2 preguntas fundamentales que son seguidamente desarrolladas: “1-¿Existe en efecto una mesa real?; 2- En caso afirmativo ¿Qué clase de objeto puede ser?”